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Ruta Mudéjar

Bonito relato de una escapada de 3 días enviado por nuestra compañera Miair; Ruta Mudéjar (Daroca-Aneto-Gallocanta-Calatayud-Veruela-Tarazona)

Jueves

Las previsiones son de mal tiempo (frío, lluvia, viento, nieve…), en fin, amenazan con el fin de semana más frío del invierno, pero tenemos muchas ganas de salir y hemos dicho “adelante”.

Iniciamos el viaje a las 3,30. Pasado Zaragoza cogemos la autovía mudéjar. Viento y nubes por el camino, algún ratito de sol y llegando ha empezado a chispear.

Daroca

A las 6 y cuarto hemos aparcado en un solar P que nos han indicado unas amables señoras, al lado de la Guardia Civil en la parte externa de la muralla. Entramos por “la puerta alta” que se une con “la puerta baja” por la C/ Mayor

Situada en pleno Sistema Ibérico, en el centro del valle del río Jiloca, la ciudad se asienta sobre una suave hondonada. El recinto amurallado trepa monte arriba por ambos lados. Construido en tapial, ladrillo y piedra, se convirtió en el más extenso de Aragón, con más de cuatro kilómetros de largo y más de cien torreones.

La ciudad fue fundada entre dos colinas, diseñando la calle Mayor en la parte más baja, a lo largo de la rambla de la Juaneba. Las avenidas causaban numerosos destrozos en el interior de la localidad, dando fruto a leyendas populares, como la del Ruejo. Para evitar el paso de esta rambla se construyó el túnel conocido como la Mina, realizado por el ingeniero Pierres Vedel, un enorme desagüe que atravesaba el cerro de San Jorge. Esta obra tenía una gran complejidad técnica, horadando la montaña y construyendo arcos fajones para sujetar el terreno. Las obras comenzaron en 1555, con un gran coste para la ciudad, debiendo crearse la Junta del Aguaducho para financiarlas. La construcción de este túnel supuso una de las obras más importantes de la época, hecho por el cual mereció la visita real de Felipe II en 1585. La obra inicial resultó de poca capacidad, desbordándose en alguna ocasión, por lo que tuvieron que reforzar los muros de contención de la rambla e incluso profundizar el cauce de la misma en el año 1578. Tiene una longitud de 780 varas (unos 650 metros), y una sección de 8 varas de anchura (6,7 metros) y otras tantas de altura.

En la Oficina de Turismo nos proporcionan mapas e información. Nos dicen que podemos pernoctar en el lugar donde hemos aparcado pero que no podremos usar mandos porque estamos al lado de los civiles.

Coordenadas: N 41º 06′ 937” W 1º 24′ 508”

Paseamos tranquilamente por la calle Mayor que con una longitud de más de un kilómetro une las dos puertas . Las puertas de las casas están, las más antiguas, protegidas por una cubierta metálica que las cierra completamente, de esta manera protegían las casas de las riadas. A derecha e izquierda se abren una serie de callejas que componen el tejido urbano, todas ellas muy empinadas.

“La puerta baja” es magnífica y está franqueada por dos enormes torreones. Comenzada en el S.XIII, su aspecto almenado data de mediados del XV. En el exterior está la Fuente de los 20 caños del XVII. Después nos hemos metido por el barrio de la Morería cercano a la puerta baja.

Viernes

Hemos dormido muy tranquilos. Antes del amanecer ha empezado a llover pero cuando hemos salido ya no llovía, aunque hemos abierto los paraguas un ciento de veces porque a ratos chispeaba y había que proteger las máquinas.

Hemos iniciado el recorrido por la parte de la judería a la derecha de la puerta alta y por la parte alta de la ciudad hemos llegado hasta la parte trasera de la Colegiata. Menos mal que pudimos verla anoche porque ahora todavía está cerrada.

La Colegiata de Santa María de los Corporales es el resultado de dos etapas: una primitiva iglesia románica de tres naves y ábside semicircular que se transformó en el S.XVI en un nuevo templo renacentista de tres naves de la misma altura, cubiertas por bóvedas de crucería estrellada. Destaca el baldaquino del altar mayor sostenido por cuatro columnas y en el centro se sitúa una imagen de la virgen sostenida por ángeles. Las capillas laterales están muy decoradas. Casi a la entrada puede verse el lienzo de los corporales. La puerta principal actual es renacentista con detalles barrocos. Hay poca iluminación y hacemos fotos en silencio respetando a los fieles que rezan el rosario. La puerta del perdón. Nos parece magnífica.

Siguiendo la ruta turística nos hemos metido por estrechas y empinadas callejuelas, muchas casas tienen las ventanas pintadas de azul añil y de iglesia en iglesia hemos podido observar la transición entre el románico y el mudéjar que se percibe en las altas torres de cada una: la mitad de sillería, la mitad de ladrillo adornado con cenefas geométricas. La lástima es que no hemos podido ver el interior de ninguna.

Iglesia de San Juan, en este templo románico puede estar la clave del nacimiento mudéjar. Comenzado en piedra sillar en el S.XII, se culmina un siglo más tarde por alarifes musulmanes en ladrillo, aunque continuando el estilo románico.

Hemos tomado un café en un hotel de la calle Mayor, magnífico en su recuperación aunque por la lluvia caída no hemos podido sentarnos en su agradable patio. Después hemos comprado más pasteles y hemos seguido camino.

La calle Mayor parece detenida en el tiempo: sus tiendas, sus carteles, sus puertas y las cornisas de los primeros pisos para ganar espacio.

En la Pastelería Manuel Segura encontramos los mejores sabores, antiguos o nuevos, todos extraordinarios. Destacamos su creación de pastas “mudéjares” y la amabilidad de su gente.

Anento

Hemos vuelto hacia atrás y sobre la llanura que se extiende en lo alto, hoy podemos apreciar un montón de luces gracias a las nubes que la cubren con el sol en el horizonte.

Cerca de Anento la carretera desciende y el paisaje cambia. Aparecen paredes erosionadas en las que destaca el rojo intenso. Aparcamos a la entrada en lugar que puede ser perfecto para pernoctar.

Es un pueblo con mucho encanto. Su trazado medieval guarda la entrada de la garganta natural que tiene detrás y que recorreremos para llegar al AGUALLUEVE, bonito y descriptivo nombre del lugar en el que las escorrentías resbalan por la pared como si de lluvia se tratara formando paredes de musgo y piedra con pequeñas grutas escondidas, luego se remansa en un estanque de aguas azules transparentes y de allí se canaliza para el riego de las huertas. El paseo ha sido muy agradable. Nos ha llevado 3/4 de hora entre ida y vuelta.

A la vuelta encontramos un PEIRON o PAIRON, situados a la salida de los pueblos o en los cruces de caminos, su función era la de proteger al caminante que se detenía frente a ellos para encomendarse a los santos a los que estaban dedicados y cuya imagen se resguarda en una pequeña hornacina. Forman parte del patrimonio etnológico más antiguo de la Cordillera Ibérica.

Los colores de la tierra son intensos, en unas zonas rojo, en otros amarillo. Estos colores junto al añil son los colores de las casas del pueblo.

La iglesia de San Blas tiene una pequeña portada románica del S.XIII con arquivoltas y está resguardada bajo un atrio gótico con bóveda de crucería. Es un conjunto muy hermoso pero está sucio de excrementos de paloma y de alguna lata de cerveza. Es una lástima porque están rehabilitando mucho y bien el pueblo.

Ponemos rumbo a la laguna y para ello hemos de volver a Daroca. De haber tenido referencias de Anento habríamos empezado el viaje por aquí. Atravesamos bonitos y diferentes paisajes y subimos un pequeño puerto que a la bajada vuelve a extenderse en una llanura que nos lleva hasta la laguna que brilla con el sol que refleja.

Gallocanta

Comemos en un albergue en Gallocanta. Desde la mesa vemos la laguna y hay sol. El menú de 12€ no está mal.

Nos proporcionan un plano de la laguna y nos dicen que últimamente las grullas entran a partir de las 5 y media por la Ermita a la que podemos acceder con la auto. Nos acercamos un poquito caminando porque en la orilla se ven montones de grullas y sin previo aviso empieza a caer un agua helada, y eso que había sol.

Hacemos con la auto el recorrido por los pueblos que bordean la laguna pasando de Zaragoza a Teruel y viceversa. Llegamos al Centro de Interpretación donde nos confirman la información que nos han dado en el albergue. Primero nos dirigimos al Mirador de La Reguera y por los caminos llegamos hasta la Ermita del Buen Acuerdo porque si que parece el mejor sitio y así es. Entran grandes bandadas pero hace un viento helador y después de un rato de fotografías ponemos rumbo a Calatayud.

Nuevamente hemos de volver a Daroca. Pronto se hace de noche y empieza a llover. Ya en Calatayud el TT no encuentra el área y después de dar tres vueltas, preguntamos y la encontramos sin problema. Había una verja que había que atravesar “esa era la cuestión”. Una vez establecidos, comprobamos que las coordinadas que nos da el TT son ligeramente diferentes de las que le habíamos dado.

El área para 6 autos está muy bien. Ocupa una zona de un amplio parking que está situado paralelo al río. Hacemos tiempo hasta la hora de ir a cenar. Llueve bastante, no encontramos ningún restaurante. Sí que hay bastantes bares de tapas. Llegamos a la Ibis bien mojaditos.

Sábado

Calatayud

Ha estado lloviendo parte de la noche. La lluvia sonaba fuerte sobre la Ibis y me costó mucho conciliar el sueño. Al levantarnos nos encontramos una sorpresa. Ha estado nevando de lo lindo y ahora luce un sol espléndido aunque hace frío. Por segunda vez “el hombre del tiempo” ha acertado. Iniciamos la ruta por la ciudad. En la nos dan un plano y los horarios de visita de las iglesias. “Qal’at Ayyub” significa castillo de Ayyub. Entramos por la Puerta de Terrer, renacentista del S.XVI, consta de dos torreones unidos por un arco rebajado, sobre él, el ángel custodio de la ciudad. Los niños juegan con la nieve que hay sobre los coches y hay que andar con cuidado porque va desprendiéndose de los cables y tejados y también caen goterones.

Colegiata de Santa María Fue construida sobre la antigua mezquita por Alfonso I. Declarada Monumento Nacional. De la construcción mudéjar (XIV-XV) se conservan el claustro y una espléndida torre mudéjar de más de  70 m. La portada es una magnífica muestra del protorrenacimiento aragonés, concebida a modo de retablo, está labrada en alabastro (S.XVI) cerrada con una bonita verja que nos indica que la colegiata está cerrada por obras. A partir de las 11 abren el museo que se ubica en el claustro. Volvemos después. Está abierto por voluntarios y uno de ellos nos acompaña muy amablemente. Fotografío las obras que más me gustan: la sala capitular con la puerta y las ventanas rematadas de alabastro blanco y negro (el guía nos dice que difícil de encontrar). También nos explica la diferencia entre el cristo románico (su silueta es una cruz, sin anatomía, cabeza erguida y con corona de rey) y el gótico (aparece la anatomía, la cabeza cae y la corona es de espinas). Dos cuadros con la adoración de los magos: el más antiguo con los tres reyes magos blancos; después aparecerá el rey negro. Me gustan mucho dos estatuas de Sto Domingo y San Francisco sosteniendo entre ambos la iglesia. Los dos pilares con una concepción bien distinta de la iglesia. En la sala del tesoro destaca una caja-gabinete taraceada con ámbar y llena de cajoncitos, preciosa.

Iglesia de San Andrés, de fábrica mudéjar del XIV. La torre de planta octogonal tiene interesantes decoraciones en ladrillo. Me parecen muy curiosos sus ventanales.

La plaza de España porticada. En ella se situaba el zoco, núcleo mercantil musulmán. Durante años también fue utilizada para espectáculos taurinos. Destaca el antiguo ayuntamietno del XVI. La mayoría de las casas son del XVII y XVIII. Hay algunos soportales por los que tenemos que estar agachados. Aunque están de obras restaurando el suelo, podemos admirarla la belleza de esta plaza. Muy cerca se encuentra el Hostal de La Dolores.

Iglesia de San Pedro de los Francos. Tras la reconquista, Alfonso I el Batallador fundó un templo para los francos que le acompañaban. En 1461 reunidas las Cortes en esta iglesia juraron a Fernando como príncipe heredero. La torre ha sufrido una notable inclinación y en 1840 fue demolido el cuerpo de campanas con la justificación de preservar la seguridad de la familia real que se alojaba en el enorme palacio del Barón de Warsage , situado enfrente. Actualmente es Aula Cultural.

Iglesia de San Juan el Real, magnífico ejemplar del barroco jesuítico, formaba parte del complejo educativo levantado por los jesuitas en el S.XVII. La torre sigue la decoración del mudéjar. Creo que es la primera iglesia barroca que me encanta. Una tenue iluminación está dirigida a las figuras, la de Santa Lucía es preciosa. Casi al final descubro que podemos iluminarla (1€ para 3 minutos) y ahora podemos admirarla completamente. En las pechinas de la bóveda hay pinturas de Goya.

Después de callejear, damos por finalizada la visita con un grato recuerdo de esta ciudad y de sus magníficas torres. Por recomendación renunciamos a acercarnos al yacimiento arqueológico de Bílbilis, la Calatayud romana, situado a 4 km del centro de la ciudad, ya que podemos encontrarnos en el camino con la nieve caída. La autovía está limpia pero el paisaje, hasta llegar a La Almunia de Doña Godina, está totalmente nevado. Allí nos desviamos hacia Tarazona. Por esta zona la primavera está más adelantada. Los campos llenos de frutales y los almendros en flor. Hace viento y el parabrisas sigue lleno de hielo, que de vez en cuando sale disparado.

Nos desviamos hacia Vera del Moncayo y a 1 km encontramos el monasterio.

Monasterio de Veruela

Fundado en 1146 fue el primer monasterio cisterciense de la Corona de Aragón. El amurallado recinto monacal es un buen ejemplo de la transición del románico al gótico. Por un gran portal se accede a un amplio patio lleno de plataneros, en uno de sus lados está el palacio abacial y enfrente la iglesia (1.248). La iglesia es magnífica, enorme, con 7 ábsides. Una puerta barroca nos lleva a la sacristía y al claustro que tiene dos niveles bien diferenciados: la planta baja es gótica tardía, sus capiteles tienen decoración vegetal, sobre todo hojas de vid, una de las principales riquezas del monasterio; y la superior es plateresca. Forman un buen contraste pero lleno de armonía. Las salas que se abren también son preciosas: sala capitular, refectorio, cocina. En otras dependencias anexas se ha establecido un Museo del vino de D.O. Campo de Borja.

Después de 12 km llegamos al siguiente destino.

Tarazona

El río Queiles, que nace en tierras de Soria, atraviesa la ciudad, dejando a un lado un casco antiguo que constituye toda una obra de arte urbanística, sin contar con los numerosos edificios de interés que alberga, y en la margen derecha, un conjunto monumental con la catedral como protagonista.

Su conjunto urbano es uno de los más bellos y originales de Aragón. Encaramado en una colina con sus originales “casas colgadas” – las torres de sus iglesias, su antigua judería o su morería, testigos de la convivencia de culturas que se dio en esta ciudad, propiciando la aparición de su antigua y famosa Escuela de Traductores. En su arquitectura se adivina un espléndido pasado medieval.: Los musulmanes aprovecharon el viejo recinto amurallado romano emplazado en la parte alta de la ciudad (barrio de El Cinto) y, ampliándolo con nuevos arrabales, constituyeron la medina de Tarasuna.

En la nos dan el plano de rigor y nos indican un P cercano de tierra donde podemos pernoctar. Dejamos la Ibis y empezamos el recorrido por la catedral.

La Catedral de Santa María la Huerta, que se empezó a construir en el siglo XIII, es un bello ejemplo de la arquitectura gótica, así como del mudéjar como lo demuestran el claustro, cimborrio y torre. En el S. XVI el interior del templo se renovó según la estética renacentista. Tras tres décadas cerrada al público por trabajos de restauración, ahora cobran 4€ y está prohibido hacer fotos.

Su original Plaza de Toros, octogonal, del siglo XVIII . Sus muros son una sucesión de estrechos inmuebles de tres pisos de variadas formas y colores (32 viviendas) El foso está empedrado.

Cruzamos el río y nos adentramos por las empinadas callejuelas de la judería.

Iglesia de Sta. María Magdalena, con un ábside románico y una enorme torre mudéjar que domina toda la ciudad. El Palacio Episcopal construido sobre la antigua zuda (residencia del gobernador musulmán). (S. XIV, XV y XVI). En la judería destacan las casas colgadas, conjunto de viviendas cuyas fachadas posteriores sobresalen.

La plaza de España la preside el inmenso y maravilloso edificio del Ayuntamiento con su bella e impresionante fachada renacentista (S.XVI), es uno de los más bellos del país. En la fachada destacan los relieves de la justicia y de la sabiduría que flanquean la puerta. Las figuras de Hércules y Caco están situadas sobre la planta noble. Sobre ellas se desarrolla el largo friso narrativo donde los relieves describen la cabalgata triunfal de la coronación de Carlos V en Bolonia. Es un edificio sorprendente.

Son las 6 y media, hace mucho frío y vuelven a caer bolisas de nieve helada, así que damos por concluida la visita y decidimos poner rumbo a casa.

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